Por Johana Carpio
Antecedentes
La industria
farmacéutica se ha desarrollado a partir de actividades relacionadas a la
obtención de sustancias requeridas en la medicina y es un elemento
indispensable e importante de los sistemas de salud de todo el mundo, ya que
ayuda a aliviar los problemas de salud y de calidad de vida de las personas y
también de los animales y plantas.
De este modo, la
industria farmacéutica inició su desarrollo formal a inicios del siglo XIX,
periodo en el cual los boticarios, químicos y propietarios de herbolarios
sustraían partes secas de diversas plantas que obtenían en la localidad o en
los otros continentes. Estos productos eran utilizados con fines medicinales,
entre los más destacados se puede mencionar al opio de Persia, la corteza de
quina de Sudamérica, la belladona, el cornezuelo del centeno, entre otros. Los
mencionados boticarios y químicos se dedicaban a la preparación de diversos
extractos, tinturas, lociones, pomadas y píldoras con estas sustancias y las
comercializaban o las utilizaban para sus propias investigaciones o recetas, ya
que las bondades que podían proporcionar estos preparados, si bien eran
bastante útiles para la cura o tratamiento de diversos malestares presentados,
tenían variaciones considerables que hacían desarrollar su exploración.
En el inicio del
desarrollo de esta industria destacaron muchos profesionales con sus
descubrimientos, uno de ellos fue el químico francés Joseph Pelleterier, quien
en 1980 preparó el estimulante activo de la corteza de quina, al cual nombró Quinina,
entre otros descubrimientos. Este hecho es relevante porque inició una nueva
etapa en la industria, ya que las investigaciones que se desarrollaron por
estos profesionales facilitaron la normalización de varias medicinas y la
extracción comercial de sus principios activos.
El inicio de las
investigaciones en la industria farmacéutica se realizó con productos
orgánicos, que se extraían de plantas o animales y se creía que estos solo
podían ser producidos de esta forma; y los productos inorgánicos, extraídos de
otras fuentes. Sin embargo, en el año 1828 el químico alemán Friedrich Wohler
calentó un compuesto inorgánico y produjo la urea. Este hecho fue todo un
acontecimiento en el adelanto de la farmacia, pues se revolucionó en las
investigaciones y se continuaron presentando nuevos descubrimientos de este
tipo.
Por otro lado, otro de
los descubrimientos que más destacó en la época fue el accidental acierto del
primer colorante sintético generado de compuestos inorgánicos, la malva,
llevado a cabo por el británico químico William Henry Perkin, lo cual dio pie a
nuevos colores sintéticos, con lo cual se amplió el conocimiento sobre la nueva
química. Esto generó un avance de gran importancia, ya que aumentaron
considerablemente los productos biológicos del género.
Si bien los grandes
descubrimientos se dieron en Europa, la I Guerra Mundial interrumpió los
suministros químicos de estos países, lo que estimuló las actividades de
investigación y desarrollo de la industria farmacéutica en los Estados Unidos.
Siendo así, la
comercialización de productos farmacéuticos fue iniciada por un grupo de
empresas, entre ellas la farmacia de T.H. Smith Ltd., ubicada en Edimburgo,
Escosia. Estos hechos dieron inicio a todo el desarrollo que se ha presentado a
lo largo de los años transcurridos desde la fecha, pues así se iniciaron las
pruebas e investigaciones que los fabricantes hicieron formalmente,
estableciendo sus propios laboratorios y patentes.
Así, la producción de
medicamentos se llevó a cabo en diversos sectores, ya sea en la producción
primaria, la cual comercializa químicos farmacéuticos elementales para la
producción de medicinas; o también como producción secundaria, la cual prepara
fármacos, como por ejemplo pastillas, cápsulas o soluciones orales, para uso médico
directo.
Las empresas que han
permanecido a lo largo del desarrollo de la industria farmacéutica, han formado
monopolios en la comercialización de medicamentos, debido a que muchos de las
compañías farmacéuticas han hecho descubrimientos importantes, ya que han
llevado a cabo investigaciones trascendentes para los descubrimientos de la
humanidad, es así como se han permitido mantener la exclusividad de dicho
descubrimiento, siendo estas las únicas en la condición de realizar la venta y
comercialización de estos fármacos. Por otro lado, la misma industria pone
barreras de entrada a otras compañías que se introducen en el rubro, ya que hay
normas legales que impiden el uso y comercialización de determinados químicos,
pero también las mismas compañías mantienen confidencialmente la fórmula de
diversos descubrimientos en medicina que pueden aliviar los malestares y
enfermedades que presentan los seres humanos.
En los años ochenta e
inicio de los noventa se llevaron a cabo importantes investigaciones por una de
las empresas más reconocidas e importantes de la industria en el mundo, la cual
es Merck & Co., logrando la cura para una enfermedad denominada “ceguera
del río”, la cual estuvo dirigida para personas de bajos recursos que no tenían
dinero suficiente para hacer un tratamiento. Este suceso destacó a esta
compañía, ya que se le reconoció
públicamente y además aumentó su reputación corporativa. Sin embargo, Merck
& Co. ha realizado muchos otros descubrimientos y avances en las ciencias
medicinales, los cuales reserva para la futura obtención de fármacos que puedan
ser comercializados y así continúe creciendo el monopolio que ha implantado.
Si bien la industria farmacéutica ha sido
bastante criticada en los últimos años, las empresas que la conforman han llevado
a cabo sus acciones de modo ético y con gran sentido de ciudadanía empresarial
y responsabilidad social. Siendo así, se puede mencionar y destacar la gestión
desarrollada por las compañías farmacéuticas más grandes del mundo, pues estás
empresas manejan la ciudadanía empresarial de forma comprometida, siendo su
misión principal enfocada a los usuarios, pues es la de desarrollar medicinas
que mejoren la calidad de vida de los seres humanos para permitirles hacer más,
sentirse mejor y vivir más.
Así mismo, ninguna de estas empresas afirma
que su responsabilidad primordial sea la de maximizar los beneficios y
ganancias para los accionistas, pese a los monopolios creados por las mismas.
Pues empresas como Novartis, una de las mejores y grande empresas del rubro
está comprometida con el propósito de obtener productos para curar enfermedades
y aumentar la calidad de vida humana, apreciando y reconociendo el desempeño de
los investigadores que logran dichos propósitos. Por otro lado, esta
empresa farmacéutica también ha creado un monopolio en la industria, pues ha
realizado descubrimientos importantes de vacunas, las cuales ha patentado y por
lo tanto es la única empresa en su rubro que puede comercializarlas. Es así
como se presenta otro claro ejemplo de monopolio creado.
Bibliografía
Por Stephanie Del Solar
La industria farmacéutica
es un gran sector empresarial (actualmente uno de los más rentables e
influyentes en el mundo) dedicado a la investigación, fabricación y/o
comercialización de drogas (o productos) químicos medicinales. Si bien es
cierto, la mayoría de laboratorios que están en todo el mundo tienen como fin
la sanidad del paciente, esto no se ve reflejado en las acciones que se pueden
ver en el mercado, como los precios tan elevados por ejemplo.
Las empresas farmacéuticas
(laboratorios en adelante) están reguladas en todo el mundo de acuerdo a las
leyes y políticas de cada país en el que residen (como políticas de
comercialización de los medicamentos); no obstante todas están sujetas a leyes
y reglamentos con respecto a las patentes de los fármacos (genéricos).
La industria farmacéutica
viene creciendo vigorosamente a nivel mundial. Los tres laboratorios más
grandes en el mundo son Pfizer, GlaxoSmithKline y Sanofi-Aventis. Los tres
invierten grandes montos en investigación y desarrollo de drogas, es por eso
que son los más reconocidos y elogiados por la comunidad médica en todo el
mundo.
Estas empresas
farmacéuticas se rigen bajo un código establecido por un ente fiscalizador
existente en cada país que se encarga de que todas las acciones que realicen
las empresas sean legales, éticas y de libre competencia, sin tener que
perjudicar o distorsionar el mercado. En el Perú, el órgano que fiscaliza las
acciones de los laboratorios es la Dirección General de Medicamentos, Insumos y
Drogas (DIGEMID). Además este organismo se encarga de monitorear los registros
sanitarios de los medicamentos, la posesión y expiración de patentes, entre
otros. Asimismo, las mismas empresas cuentan con un código promocional de ética
elaborado propiamente por cada laboratorio desde la casa matriz que se adecue a
cada país donde reside la empresa. Este código establece las acciones que se
pueden y que no se pueden hacer para la promoción de los medicamentos
farmacéuticos.
Los laboratorios se llevan
bastantes elogios alrededor del mundo por sus contribuciones en investigación y
desarrollo con el fin de introducir nuevos tratamientos o mejorar los ya
existentes, y con el fin de contribuir en la mejora de la salud pública de cada
país. Sin embargo, muchos críticos acusan a los grandes laboratorios en la
promoción de enfermedades (en algunos casos inofensivas), y con esto aumentar
la demanda de sus productos con el fin de aumentar los precios y obtener
beneficios empresariales.
Hoy en día, los
mecanismos de
propiedad intelectual protegen las patentes en la industria farmacéutica y
monopolizan la venta de dichos fármacos elevando abismalmente los precios de
las medicinas más necesarias; a comparación de un medicamento genérico.
Se dice que en el mundo existe un monopolio en la industria farmacéutica encabezado por las empresas antes mencionadas. Entendemos por monopolio una situación muy alejada de un mercado competitivo, donde una empresa oferente posee gran poder de mercado y es capaz de fijar precio y cantidad de un determinado producto; es decir, es un mercado de un “solo” vendedor. En bastantes países el uso agresivo del marketing y el abuso dado la posición de dominio hace que se fijen precios muy elevados lo cual se ve como una mala práctica que evita que el paciente, sobre todo los más pobres, acceda a un tratamiento.
Se dice que en el mundo existe un monopolio en la industria farmacéutica encabezado por las empresas antes mencionadas. Entendemos por monopolio una situación muy alejada de un mercado competitivo, donde una empresa oferente posee gran poder de mercado y es capaz de fijar precio y cantidad de un determinado producto; es decir, es un mercado de un “solo” vendedor. En bastantes países el uso agresivo del marketing y el abuso dado la posición de dominio hace que se fijen precios muy elevados lo cual se ve como una mala práctica que evita que el paciente, sobre todo los más pobres, acceda a un tratamiento.
En nuestro país ocurre lo ya mencionado; los precios que se manejan en el mercado, en la mayoría de casos no son accesibles para los pacientes, muchos de estos con escasos recursos económicos que no tienen como pagar la droga. Además, se manipula de gran manera al consumidor para que se convierta sistemáticamente en paciente. Han aparecido enfermedades nuevas nunca antes vistas e inmediatamente aparecen los medicamentos para tratarlas, haciendo las ganancias de estos laboratorios cada vez más gigantescas.
En el caso de nuestro país, se pudo ver claramente evidenciada la existencia de un monopolio ya que al 2010 hubo una inmensa concentración en el mercado farmacéutico donde el 65% de las moléculas registradas en Perú fue comercializado por un solo laboratorio, abusando de una posición de dominio y evitando que un grupo de peruanos, sobre todo los más pobres, accedan a un tratamiento.
En otros países como México, la situación es similar, donde muchos de los medicamentos son inaccesibles para la mayoría de la población, sin embargo el nivel de ventas (y por ende las ganancias de dichos laboratorios) va en asenso, debido a que gran parte de los mexicanos padecen enfermedades como hipertensión o diabetes que no pueden ignorar, sacrificando sus gastos en otro tipo de bienes (como alimentos) para poder acceder a la compra de dichos medicamentos necesarios.
Si en teoría la preocupación primordial de los laboratorios debería ser el paciente y brindar los recursos y tratamientos necesarios para la cura de sus enfermedades, ¿porqué se ven a las empresas más grandes de esta industria con un solo objetivo: la maximización de sus ganancias; controlando precios, de manera que los elevan a niveles inaccesibles para gran parte de la población? Es una situación en la cual debate la salud pública versus las utilidades empresariales; donde el bien público debería ser tomado como prioridad.
Bibliografía
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